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viernes, 22 de abril de 2016

Un poco más cerca de estar un poco más lejos

Así es. Madrid ha llegado, amigos. Y con Madrid, llegan también un cúmulo de nuevas emociones: alegría, miedo, nerviosismo... pero por encima de todo, muy por encima, los 250 becados sentíamos lo mismo: ilusión.

Y es que yo no era consciente de lo real que era todo esto hasta que me vi en un avión, volando hacia un fin de semana imposible de olvidar.

Por si hay alguien que no lo sepa, el viaje a Madrid era el primer paso después de conseguir la beca. Asistes a reuniones, te enseñan a sobrellevar los problemas que puedas tener los diez meses que estarás sola… Y mil cosas más que contaré por partes.



Viernes 8

Probablemente el primer viernes desde hace mucho en el que madrugo con ganas. Y no me extraña, sé lo que me espera.

Ya en el aeropuerto, conocemos al resto de becados de la isla de los que hasta entonces no sabíamos nada. (Miriam, Inés: aún no me creo que viváis tan cerca de mí y que no nos hubiésemos visto antes)  Compartimos nuestras experiencias durante ambas pruebas y nuestros nervios (y nuestros auriculares) hasta que en Madrid nos separan por destinos. Los de Canadá a un hotel, y los de USA, a otro.

Un coche nos recoge y nos lleva hasta el lugar en el que pasaremos uno de los fines de semana más cortos de nuestras vidas. Al llegar, recuerdo besos, abrazos. Algunas caras nuevas, otras un poco más conocidas. Más besos y más abrazos. 

Se hace extraño ver en persona a gente con la que llevas tanto tiempo hablando. Se hace extraño ir a reuniones que hacen que te des cuenta de que es real, de que está pasando. Que te vas a América.

Tony y yo en el avión, (probablemente mientras
esperábamos a que el señor de al lado se despertase
 y nos dejara salir)



Sábado 9

Este día se me fue mucho la pinza. Y así como se me fue, mis compañeros de grupo no dudaron en devolvérmela una, y otra, y otra y otra vez.

Pero la parte buena es que aprendimos cosas como cómo hacer de tus debilidades un punto fuerte, el significado de resilencia recilencia recilienza resiliencia, que todos tenemos emociones como la niña pequeñita de del revés, que los albatrienses (o como sea el gentilicio de Albatros) son unas criaturas un poco extrañas… y un montón de cosas que, por lo menos a mí, me van a ser muy útiles.

Y aunque al final me encasquetaran (por 3246597 vez) la pinza, y aunque tuviera que bailar la macarena durante la cena, y aunque lo hiciera muy mal… fue un día más que genial.


El grupo naranja, aka el mejor


Domingo 10

Básicamente, este día consistió en quejarse de que el fin de semana había pasado muy rápido.

También tuvimos un par de reuniones y aprovechamos para resolver las últimas dudas que teníamos.

Y cuando llegó la hora, tocó despedirse del resto de los becados. El peor momento, probablemente. Entre besos, fotos, abrazos… No dejábamos de prometernos que nos volveríamos a ver y yo no dejaba de pensar cómo es posible que en cuestión de días lleguen a importarte tanto personas de las que en un principio no sabías ni el nombre. 
Personas tan distintas a ti, pero a la vez tan parecidas.

Personas que no voy a olvidar en mucho tiempo. Entre ellas

⇢ Judit, mi catalana y profesora de catalán preferida.

⇢ Chevonne, capaz de interrumpir una gran obra de teatro con tal de pasarme la "traba".

⇢ Mis dos queridas Ane, las mejores compañeras de habitación que me podrían haber tocado.

⇢ Amalio el mono de Marco, el sevillano que nunca se enfadó por meterme con los tópicos andaluces.

⇢ Leyre la oreja, la que me dio la pinza en el último segundo. Ojalá pudiera guardarte rencor, pero me caes demasiado bien.

⇢ Nora, mi compañera rompemesas. Gracias a ella, el sentimiento de culpabilidad se hizo un poquito más pequeño y la situación se volvió un poquito más graciosa.

⇢ Carlota. Sin duda, la mejor bailarina de la macarena de la sala.

⇢ Iván, que no me dijo que era él hasta el último día, cuando desayunábamos.

⇢ Freddy, mi profesor de natación, de “granaíno” y de todo lo que se le ponga por delante.

⇢ Sergio USA, al que fue un placer conocer en persona y cerciorarme de que sí, soy un poquito más morena que él.

⇢ Lidia, Cami, Pablo, Nur, Ale, Rocío, Enrique, Víctor, y todo el equipo naranja en general.

Y mucha gente más, pero como esto empieza a parecerse a los agradecimientos del final de un libro, terminaré diciendo que fue un finde más que genial.


De hecho, la semana entera fue muy especial. El domingo, desde Madrid, cogí un vuelo a Alemania para reencontrarme con los estudiantes alemanes del intercambio.







Pero esto no acaba aquí. Un periódico de la provincia se interesó por los becados de mi isla y decidió hacernos una entrevista para el periódico (el día de mi cumple, je, je)

 
Los becados de Gran Canaria (aunque no todos)



Muchas cosas en muy poco tiempo. Muchas personas, muchas emociones. Pero, sobre todo, muchas ganas.


Como dijo el monitor de mi grupo aquel sábado que ojalá no hubiese terminado nunca:

El mundo es muy pequeño. Exploradlo.