Dentro de un par de días se cumplen 4 meses desde que pisé por primera vez West Virginia. Más de 100 días en los que he tenido tiempo de sobra para notar lo mucho que he cambiado.
En menos de cuatro meses me he dado cuenta de lo mucho que esta beca ha significado en mi vida. No solo me ha dado la oportunidad de venirme a América, el sueño de mucha gente. También me ha dado una nueva familia y un nuevo lugar al que puedo y siempre podré llamar "hogar".
¿Quién me iba a decir a mí que un lugar tan pequeño como West Virginia iba a robar un trocito tan grande de mi corazón?