"Every ending has a new beginning"

Nunca me han gustado las despedidas. Creo que es lo único que hace difícil irte. Y qué ironía más grande que lleve seis meses impaciente porque llegue este día, y ahora que por fin ha llegado, preferiría que el tiempo se hubiese pasado más lento. Haber tenido más tiempo para decir cosas que no he dicho, o para hacer cosas que no ha hecho. Pero mi avión sale en un par de horas y lo único que puedo hacer ahora es, me guste o no, despedirme.



Y no pude tener una mejor forma de hacerlo. Mis amigos (los mejores del mundo, que quede claro), me organizaron una búsqueda del tesoro por la playa. Tengo que admitir que lloré como una niña me emocioné un poquito.

Algunas de las cosas que me regalaron mientras buscaba el tesoro.

El día siguiente lo pasamos en familia. Fuimos a comer a uno de mis restaurantes favoritos, terminamos definitivamente las maletas y nos despedimos de familiares y amigos que me deseaban suerte.

Ahora mismo, cuando se publique esta entrada, estaré camino al aeropuerto. Deseando empezar mi vida en USA y contar por este blog las cosas que me pasen a lo largo del curso. Y perdón si esta entrada ha sido un poco corta, pero es que lo realmente interesante empieza hoy.



Así que ahora toca empezar una vida nueva a 7.000 kilómetros. Una vida que después de seis meses, al fin se vuelve real.

Me despido de España y de todo lo que conozco aquí. Pero como dice una persona a la que quiero un montón: "No es un adiós, es un hasta luego."