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viernes, 21 de abril de 2017

40 días, Nueva York, y una despedida

Hace 248 dias que pise America por primera vez. Desde entonces, la vuelta a España me parecia algo muy lejano, de lo que ni siquiera tenia que preocuparme. Ahora, ocho meses despues, ya tengo los billetes de vuelta y me doy cuenta de que los 40 dias que me quedan no son suficientes.

Me paro a pensar y me doy cuenta de que me gustaria haber hecho algunas cosas diferentes, aprovechar mas el tiempo y dejar de preocuparme por cosas sin importancia. Haber hecho mas cosas en vez de caer en la rutina, ya que no fui consciente de que mi tiempo aqui era bastante limitado.

A pesar de esto, todos y cada uno de los dias que he pasado aqui han merecido la pena. He tenido dias buenos y dias malos, pero en ningun momento me he olvidado de las razones por las que estoy aqui.

A 40 dias de volver a España, me encuentro en mi instituto escribiendo esta entrada. Hoy estoy aqui dos horas mas temprano de lo habitual, asi que que mejor forma de matar el tiempo que contandoles un poco mi vida?

Debido a las vacaciones de primavera, que casualmente coincidio con la Semana Santa en España, el instituto nos dio una semana de vacaciones en las que mi superrequetemegaguay madre de aqui planeo un superrequetemegaguay viaje a Washington DC y a Nueva York.

Durante tres dias estuvimos visitando DC, donde visitamos un monton de museos, el monumento a Washington y a Lincoln, el National mall, el Capitolio, la casa blanca... (a la que por cierto, no me dejaron entrar a pesar de tener mi tiquet pagado desde hacia meses y mi pasaporte)

El martes cogimos un tren hacia Nueva York, lo cual me hizo mucha ilusion porque (los canarios lo entenderan) no es que tenga la oportunidad de subirme en muchos. Una vez en NY, el agobio fue real. Nuestro hotel estaba en el centro de Manhattan, en Times Square, asi que lo primero que vi fue iluminacion, pantallas gigantes en las calles, publicidad y una cantidad de gente tan grande que no se podia caminar. Claro, yo me pense que todo NY iba a ser asi, y me estrese un poquito. Mas tarde me di cuenta de que a medida que te alejas de Times Square, va pareciendo una ciudad normal (si ignoras los rascacielos y el trafico).

Hablando de trafico: conducir en NY es un salvese quien pueda. En los carriles no caben mas coches, y parece que no hay normas a la hora de conducir. Que quieres interponerte en medio del carril horizontalmente? Pues venga. Que quieres ir en direccion contraria? Ni lo dudes. Lo cual causaba muchos problemas cada vez que una ambulancia tenia prisa en llegar a algun lugar. Basicamente, las pelis no nos mienten: llegarias mucho antes a cualquier lugar caminando que esperando en tu taxi amarillo (los cuales tienen mini-televisiones por dentro donde puedes ver las noticias o series de TV) a que la guagua de alante pueda arrancar.

A pesar de esta primera impresion, al cabo de unos dias me enamore de NY. Hicimos todo el turismo posible y mas, y nos reunimos con amigos de la familia que han decidido irse a vivir a esa ciudad para intentar llevar a cabo sus carreras como actores o actrices. Fuimos a varios shows de Broadway, los cuales me dejaron con la boca abierta (School or Rock y el Rey Leon, mis nuevos musicales favoritos).

Fuimos al memorial del 11S, donde dos fuentes enormes representan las torres, con agua que cae eternamente, y rodeadas de los nombres de todas las victimas. Vimos la torre de la Libertad, el edificio mas alto del hemisferio occidental, construido en memoria de las torres gemelas. Una estacion de metro enorme con forma de paloma de la paz (diseñada por un arquitecto español) que de nuevo representa el renacer del lugar tras los atentados. Vimos el unico arbol que sobrevivio, al que tras el invierno le vuelven a crecer flores lentamente, y una de las vigas de una de las torres, al rededor de la cual se construyo un rascacielos entero.

Cuando solo nos quedaban uno o dos dias de viaje, nos llamaron del veterinario de casa para darnos una noticia que todos nos temiamos desde hacia tiempo: uno de nuestros perros, que era muy mayor, se habia deshidratado y habia perdido bastante peso. Al llegar de nuevo a Charleston, vimos que efectivamente estaba enferma y supimos que habia llegado la hora.

Al dia siguiente, en Easter, nos despedimos de ella para siempre, decidiendo que no queriamos que sufriera. Se le hizo la eutanasia ese mismo dia.

Esto nos hizo estar bastante tristes durante un par de dias. A mi familia le consuela pensar que ella estara con Dios en el cielo ahora mismo. A mi me consuela pensar que tuvo la mejor vida y los mejores dueños que podria haber pedido. Sea como sea, Gucci: "En el cielo, las ventanas de los coches estan siempre bajadas." Descansa en paz.


Unos dias mas tarde fue mi cumpleaños, lo cual nos ayudo a alegrarnos un poco y a pasar un buen rato en familia.

Y tres dias despues, aqui estoy, escribiendo desde mi instituto mientras me acuerdo, una vez mas, que solo me quedan 40 dias de lo que, a pesar de todo, ha sido el mejor año de mi vida.